Para nadie es un secreto que el día sin carro es un total desorden en Bogotá. Los amos de las vías son los conductores del servicio público, léase buses, busetas, colectivos, taxis y uno que otro vehículo exótico cuyo conductor, al prestar un servicio a la comunidad que no encuentra las condiciones aptas para subir a un bus, hace su agosto en fechas como estas. La ciudad en sí pierde mucho dinero, las estaciones de gasolina se ven solitarias, los parqueaderos de los más concurridos centros comerciales, que en días comunes viven abarrotados de carros, se encuentran desocupados, oscuros y el eco de la voz retumba como si estuviésemos en un castillo medieval. El panorama es aterrador. Los conductores del servicio público manejan con cierta insensatez ya que alcanzan velocidades muy superiores a las permitidas y es allí donde ocurren los accidentes, con heridos graves y en su defecto y como irremediable pérdida... muertos. Aunque las cifras de muertes y las de accidentalidad han bajado, siguen siendo críticas, en cuanto a choques simples o choques con heridos, como lo muestra el reporte de los anteriores días sin carro en Bogotá desde el año 2000 hasta el 2003; veamos los datos: en el año 2000 hubo dos muertos en accidentes, 45 accidentes con heridos y 48 choques simples, sumémosle a estas alarmantes cifras los comparendos realizados ese día que fueron un total de 514 -irrisorias-. (Véase http://www.transitobogota.gov.co). Seria un absurdo hablar con un transportador ya que ellos "se hacen los de la vista gorda"; y con un ciclista o un transeúnte tampoco, ellos recalcan que la culpabilidad es de los conductores; quien determina eso es la secretaria de tránsito; pero qué hay de los dramas de los arrollados y de quienes reciben los daños por culpa de la falta de sensatez tanto de conductores como de ciclistas. Aquí veremos el drama en tiempo real, desde que los paramédicos y las ambulancias llegan a recoger al herido o a los heridos y la ironía de que los accidentes en ambulancias se presenten con más frecuencia en un día de tráfico normal y que en este día el tiempo de reacción de estas sea más eficiente, cuando en los días normales, ocurren la mayoría de choques en nuestra querida pero caótica Bogotá. El día 30 de enero, dos días antes, nos dirigimos a la secretaria de salud de la capital para indagar más sobre el tema, acerca del parque automotor de ambulancias, de su eficacia para situaciones como esta y uno que otro datico interesante que pudiera colaborar con la investigación. Muy a las siete y media de la mañana estábamos en las instalaciones de la entidad pública anteriormente mencionada, localizada en la calle 13 con carrera 32 al frente del matadero municipal; subimos hasta el quinto piso donde se encuentran las oficinas de la CRU (centro regulador de urgencias) donde nos encontraríamos con el doctor Julián Gaviria, quien es el coordinador de atención pre-hospitalaria, lo que se refiere al transporte en ambulancias y acción para-médica. Él nos condujo hacía la oficina del coordinador de emergencias, Dr. Germán Barrera Díaz, quien fue el primero en dar una luz a nuestros interrogantes y a que, con cada respuesta, se hiciera palpable esta historia. No paso mucho tiempo para que nuestra curiosidad iniciara su labor y empezáramos a preguntar y a que con cada respuesta se formaran nuevos interrogantes; nos dijo algo que ya veíamos venir por las cifras que se mencionaron anteriormente y por los registros noticiosos que se han visto todos los años:
"...sí hay una disminución en la accidentalidad vial pero, en cierta forma, siEsa respuesta fue poco más que arrolladora. ¿Quién se imagina que en un día donde los peatones y los ciclistas tienen las vías para poder utilizarlas de forma diferente, sean los más perjudicados del asunto? la respuesta es simple y tambien sórdida: la falta de cultura ciudadana. Desde ese punto de partida iniciamos una cacería de respuestas frente a los planes de contingencia que tiene la secretaria de salud para estos días y así nos respondió nuestro entrevistado:
hay un aumento en las estadísticas de accidentalidad en peatones y
ciclistas"
"en primer lugar se organiza un comité distrital, que es el comité operativo de emergencias, que es en donde se reúnen todos los entes distritales. Estamos esperando que la secretaria de movilidad nos diga donde va a ser esa reunión que los años anteriores ha sido en el I.D.R.D; allí se convoca un "puesto de mando unificado" donde se reúnen todas las entes involucradas en una posible emergencia, que para este caso es un puesto de prevención para desde allí controlar lo que sucede en la ciudad"
Valioso entonces sería que unos días antes, no sólo el día anterior o el mismo día del suceso "día sin carro" se presentaran reportes en los noticieros y la prensa acerca de la localización de estos puestos para que no sólo sea responsabilidad de las entidades preventivas sino también de los propios transeúntes y ciclistas. En una emergencia, no se puede hacer el dispendioso proceso de saber a que E.P.S esta suscrito el paciente, eso viene después de atender el caso en urgencias y saber cual es el estado real del paciente para realizar una historia clínica y determinar cuál será el procedimiento y posterior tratamiento a seguir. Y entonces ¿A quién le chantan el paciente?:
"todos los hospitales y clínicas de la ciudad desde el día anterior se colocanQue bueno saber eso, pero lo sabe todo el mundo, lo saben las personas que viajan en sus bicicletas o los conductores del servicio público de alguna manera. Eso sólo lo saben quienes salen de su hogar después de la primera edición de noticias del día que es a las siete de la mañana, cuando muchos ya estan trabajando o rumbo al trabajo en un bus, con la melodiosa compañía de emisoras tales como rumba estereo, amor estereo o candela y si van en transmilenio ni cuenta se darán de la información porque en este medio el viaje solo esta acompañado de inmensos tumultos, vagones a reventar y estaciones por el estilo de los vagones. Las ambulancias, según nos informó el Dr. Barrera, se encuentran ubicadas cerca a las 16 o 17 estaciones de bomberos ya que, usualmente, se envía junto con ésta un carro de bomberos. Un adicional de puntos estratégicos, como el I.D.R.D, las diferentes instituciones hospitalarias y sectores sumamente concurridos por los deportistas como lo es el parque nacional también cuentan con ambulancias para responder ante una emergencia en el menor tiempo posible. Aparte de estos, la secretaria de la movilidad también envía recursos preventivos hacía las rutas con mayor flujo de peatones y ciclistas como la calle 26 y la carrera séptima. Como es usual las calles se verán abandonadas, vías como la circunvalar serán utilizadas sólo por los taxis y uno que otro bus que se dirige a los barrios más céntricos de la ciudad, la séptima se verá como en los primeros días del año, apacible, transitable y no en el caos que registra Bogotá actualmente. Al servicio de transporte masivo transmilenio lo veremos como todos los días y aun más caótico: lleno hasta más no poder, empujones que vienen y van, confusiones, estrés y un poco de adrenalina, el corre corre para alcanzar el bus que esta haciendo su parada y es el único que pasa después de media hora de haberlo esperado. Como ya lo dije antes, es un caos este día para la ciudad que nos vio nacer. Las vías no dan abasto, para el parque automotor, porque las veremos llenas con o sin el millón de automóviles que no circularan. Nuestra sociedad es tan no-cívica que ese día en vez de atender y responder a los choques de tránsito, crece la accidentalidad entre patones y ciclistas, no respetamos ni siquiera el día sin carro, porque de igual forma hay muertos y lo peor es que pasen al otro mundo por culpa de una bicicleta, por la imprudencia de nosotros mismos, por ese, tal vez, instinto de accidentarnos, de que no nos arrolle un bus o un carro y si una bicicleta. Para esto también hay horas pico, en la mañana (7-10 am), cuando muchos salen a trabajar afanados por no llegar tarde, a la hora de salir a comer un corrientazo de 4.000 pesos o ir a un restaurante fino a almorzar (12 -2 pm) y cuando se va de regreso a casa para descansar de todo el trajín de este día (4 -7 pm). En este lapso de tiempo, ocurren muchos accidentes y por eso debería hacerse un pico y placa especial ese día para que a esas horas haya algún tipo de control por parte de la fuerza pública para aquellos que creen que estan por llegar a la meta de la vuelta al Táchira o la media maratón de Bogotá. Y surge la pregunta ¿Hay suficiente fuerza pública para realizar estos controles? esa respuesta quedará para el sumario porque ni siquiera cuando hay partidos como Santa fe- Millonarios alcanzan los tres anillos de seguridad alrededor del Campín para controla la gresca. ¿Cómo será para controlar un "día sin carro"? Una de las grandes mejoras es que la ciudad ha tenido un cambio, pequeño, a nivel cívico ya que la gente ahora no "muere" por subir a un bus, ya transmilenio ha cambiado las cifras de accidentalidad en la capital para eventos como este, pero aún sigue existiendo la accidentalidad; entonces debemos seguir creciendo a nivel cívico y social porque no podemos seguir mostrando cifras como estas en una ciudad catalogada a nivel internacional como sitio de interés turístico no solo por sus museos y actividades culturales, también debemos honrar ese título dejando claro que somos un ciudad medianamente cívica y con una conciencia social amplia. Lo que no creí escribir, punto para transmilenio y la demora en sus obras. "Lento pero seguro". Otra de las cosas que se deberían publicar en el día sin carro es que las ambulancias también sirven como transporte para llevar pacientes parapléjicos y geriátricos a sus diferentes citas de control u operaciones programadas, grandioso este servicio para quienes no pueden subirse a un taxi y para algunos que no pueden pagar la exorbitante suma de dinero que cobran los taxistas este día. Entonces tienen transporte y gratis; por lo menos en un día Bogotá se preocupa por los ancianos y los incapacitados prestándoles un servicio gratuito y sin ningún tipo de compromiso con la empresa hospitalaria ni con la persona que lo lleva. Punto para el "día sin carro". Bogotá ha mejorado en su plan de contingencia frente a emergencias ya que el parque de ambulancias públicas ha crecido y llegan a ser ya setenta vehículos pero como nos lo decía el Dr. Barrera, no importa mucho el número de ambulancias, lo que importa es cómo se utilizan las que se tienen; además la ciudad no cuenta sólo con estas ambulancias, también cuenta con las ambulancias de los hospitales privados en tanto la emergencia lo requiera, como un choque múltiple en transmilenio, como el sucedido en 2004, pero en materia de reacción a emergencias y desastres hay que mejorar muchísimo todavía, ya que según nuestro entrevistado, el parque automotor sería insuficiente frente a una actividad sísmica o algun tipo de desastre natural; pero ,de todas formas, hay otro punto a favor del día sin carro en la capital. En las emergencias por choques, diariamente se le pide un reporte a todos los centros de salud acerca de la disponibilidad de camas (censo de privadas), para saber entonces con cuantas camas cuenta la emergencia y hacía donde se pueden llevar los pacientes. Dependiendo de la gravedad de su condición, la ambulancia se debe remitir a un hospital de nivel 3 o 4 ó si son cosas menores a un hospital de menor nivel en donde se puedan atender, estos últimos casos suelen llamarse ambulatorios debido a que la gravedad de la herida o del paciente es mínima y no requiere de un cuidado tan especializado.
en alerta verde, que es una alerta preventiva, lo que se pide a estas entidades
es que se hagan los relevos de personal más temprano o más tarde dependiendo de
la hora para no generar retrasos en la atención a los pacientes, especialmente
en el servicio de urgencias"
La idea de preguntar los beneficios para la capital fue redondeada por la respuesta "el medio ambiente", pero si usted se levanta a las 5 de la mañana y desde su oficina en lo alto de los edificios, o en su defecto con clase de siete en universidades como el Externado, desde la terraza del bloque E ó G, se ve el amanecer a eso de las seis o seis y media de la mañana, los primeros rayos de sol, cuando el cielo esta despejado, dejan ver una espesa nube gris, eso es todo el smog que la capital ha dejado desde las cuatro de la mañana, hora en que los transportadores inician su agotadora labor en la cual alcanzan a hacer más de cinco mil viajes.
De ahí la pregunta ¿cómo colabora el día sin carro a mejorar el ambiente? a lo cual respondieron nuestros entrevistados que el mejoramiento es bastante. Pero ¿cómo puede ser bastante si quienes más contaminan son los buses con largos exostos y las tractomulas y camiones utilizados para el transporte de materiales de construcción? ya que a diario desde un carro se ve el humo negro que sacan estos automotores que es realmente lo que perjudica la salud humana. El cuadro es aterrador.
Además de esto, un sólo día sin carro no es suficiente para mejorar los niveles de contaminación que se presentan en Bogotá, pero no estamos preparados para más días como estos, porque los negocios empezarían a trabajar a perdidas, la ciudad dejaría de recibir muchos ingresos por parte de los peajes y los tiempos laborales se verían seriamente afectados; pero no podemos preferir el progreso a respirar un aire más puro ó, en el peor de los casos, que nuestro aire se vuelva tan contaminado como el de Ciudad de México. No podemos permitirnos esto.
Así que el día sin carro tiene muchos pro pero los contra los superan, no ampliamente, pero si falta muchísimo desarrollo tanto social como de crecimiento urbano para que la ciudad tenga mucha más movilidad, para que el parque automotor pueda circular con tranquilidad ya que ahora es un caos total, eso sin contar los tipos de contaminación, tanto visual como auditiva contra los que los peatones y los mismos conductores nos vemos obligados a luchar. Como diría el ex-congresista y ahora embajador de Colombia en Sur-África, Carlos Moreno de Caro: "¡Esto tiene que cambiar!".
El beneficio que obtienen las ambulancias y por ende los pacientes, es el tiempo de respuesta de las ambulancias ya que sólo estas y alguno que otro político con su parque de escoltas pueden circular en este día. Lo más irónico es que haya choques en los que se perjudican las ambulancias en días normales, ya que por los altos indices de velocidad que presenta el transporte público en el día sin carro sería lo más lógico que ocurrieran más accidentes este día. Pero así es mi querida tierra, lo más ilógico puede suceder aquí.
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